Advierten que veedores internacionales invitados restan más confianza al proceso electoral

Efecto Cocuyo

Integrantes de la sociedad civil y miembros de organizaciones de observación electoral ven con preocupación que la presencia de veedores internacionales se reserve para aliados del gobierno de Nicolás Maduro.

Representantes de países como Turquía, Argentina, Rusia y Sudáfrica son quienes hacen la auditoría, de forma remota, al sistema automatizado de votación. También están técnicos del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela), conocidos por avalar las últimas elecciones incluyendo la de la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente.

La posible incorporación de un actor adicional como el Foro de Sao Paolo (integrado por partidos políticos y grupos de izquierda latinoamericana) resta aún más confianza al proceso electoral, señalan fuentes consultadas.

La directora del Observatorio Global de Comunicación y Democracia, Griselda Colina, considera que la invitación que le hizo el gobernante Nicolás Maduro al Foro de Sao Pablo “es parte de una estrategia para seguir promoviendo desconfianza, para que este proceso siga siendo opaco y para hacer ver que las elecciones están controladas por el grupo que está en el poder”.

“Es la utilización política de mecanismos que tienen que ser técnicos como las auditorías y los protocolos de observación internacional. En Venezuela el sistema de votación es automatizado y eso le añade un elemento de complejidad, los observadores tienen que conocer cómo funciona el sistema para detectar si existe alguna irregularidad, si se están cumpliendo los protocolos desde el punto de vista técnico para que el proceso sea transparente”, expone.

Para el director del Observatorio Electoral Venezolano, Ignacio Ávalos, la invitación como veedores internacionales al Foro de Sao Pablo reitera las prácticas del antiguo CNE, encabezado por Tibisay Lucena, que consistían en invitar a simpatizantes del gobierno.

“La gente del Foro de Sao Paolo son evidentemente partidarios del gobierno de Maduro, esto es como que en un partido de fútbol el árbitro sea amigo de uno de los equipos que compite”, cuestiona.

El especialista en temas electorales subraya que el observador “mira, analiza, calibra, juzga, no sólo documenta todas las fases del proceso” y para esto se requiere el cumplimiento de protocolos y una organización de por lo menos seis meses.

La Unión Europea exigió precisamente un lapso de seis meses al gobierno de Maduro para poder enviar una misión de observación electoral al país. Sin embargo, esta condición fue rechazada por las autoridades venezolanas alegando que posponer la fecha de la elección implicaría violar la Constitución. Esto a pesar de que el chavismo gobernante ha aplazado comicios en el pasado como el de las de gobernadores en 2016.

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