Premio Nobel de Economía 2024: ellos explicaron por qué unos países son ricos y otros pobres

No hay mejor título, por sencillo, que el usado por la página oficial del Premio Nobel como preámbulo para explicar por qué los investigadores Daron Acemoglu (57), Simon Johnson (51) y James Robinson (60) son los ganadores del Premio Nobel de Economía 2024. Ellos estudiaron por qué existen diferencias tan grandes en la prosperidad entre las naciones. Y una de las explicaciones que consiguieron fue la de las diferencias persistentes en las instituciones sociales de los diversos países.
https://www.nobelprize.org/prizes/economic-sciences/

De manera casi sempiterna, el foco del análisis económico ha estado centrado en los factores de producción, los avances tecnológicos, el capital humano, la educación y la propiedad de los medios de producción. Tales han sido los componentes esenciales de las distintas teorías económicas tradicionales, llámense neoclásicas, marxistas o desarrollistas. Una contribución esencial de la obra de los hoy premiados Acemoglu, Johnson y Robinson (los dos primeros investigadores del Instituto Tecnológico de Masachusets y el tercero de la Universidad de Chicago) ha sido acentuar la importancia del marco institucional de un país para lograr encauzar los esfuerzos de la iniciativa privada económica, hacia actividades que le den sentido y beneficio social a la tasa privada de beneficios.

Subrayan los galardonados que el crecimiento económico sostenible exige instituciones que promuevan el respeto a la propiedad privada, la igualdad de oportunidades y la restricción del poder político sobre la economía. Los autores ilustran sus aseveraciones con estudios comparativos, como el de Nogales, una ciudad fronteriza, dividida entre México (Sonora) y Estados Unidos (Texas), con una gran brecha entre la prosperidad de la parte norte y la pobreza del sur. La diferencia no puede ser explicada por razones culturales, ignorancia o condiciones geográficas, pero sí por las instituciones políticas que determinan la naturaleza de la actividad económica. En este ejemplo, instituciones excluyentes, las del sur, propician que unos pocos individuos se beneficien explotando al resto de la población, en la otra, la próspera, el sistema de gobernanza es incluyente, permite a la mayoría participar, bajo diferentes modalidades, de los rendimientos de la actividad productiva.

Para los autores, “Las instituciones económicas que promueven el crecimiento económico emergen cuando las instituciones políticas dan acceso al poder a grupos interesados en la defensa de derechos de propiedad ampliamente distribuidos; cuando crean restricciones a la intervención en la economía para quienes detentan el poder, y cuando existen relativamente pocas rentas que puedan ser capturadas por ellos”.

Las lecciones de estos pensadores son útil materia de reflexión para el diseño de instituciones que guíen la reconstrucción de la disminuida economía venezolana.

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