La ROAE invita a votar con confianza
- Jun
- 20
- Posted by MTA
- Posted in La actualidad

No es un mito: el voto es secreto. Así es en Venezuela. El sistema electrónico ofrece herramientas para proteger la confidencialidad del voto y la ley electoral establece mecanismos para evitar, en lo posible, la interferencia de terceros en la decisión individual.
Robinson Rivas, experto electoral, vocero de la Red de Observación Electoral de Asamblea de Educación (ROAE) da fe de ello porque tiene años participando como técnico, en representación de la organización, en las diversas auditorías al sistema electoral venezolano.
“Nadie puede saber por quién votó usted. El derecho al voto, técnicamente, está muy robustecido con el sistema electrónico”, aseguró Rivas. En entrevista con El Pitazo también dijo “que mientras las personas tengan ese conocimiento y comprendan que el voto es secreto, habrá una mayor motivación porque se votará con más confianza”.
Por ello explica lo que pasa con dos de los mitos mas comunes en torno a las elecciones en Venezuela: el captahuellas y el voto asistido.
La captahuellas
Durante años se ha sembrado desconfianza en torno a las captahuellas. Se ha utilizado, por quienes aspiran a desestimular el voto y a crear desconfianza en torno al acto electoral, para hacer creer que con este aparato se puede saber quién votó y por quién lo hizo.
La realidad es lo contrario. El Sistema de Identificación Biométrica, como se llama la captahuella, es el que puede garantizar que nadie puede votar más de una vez o usurpar la identidad y votar por otra persona. Las auditorías −en las cuales la ROAE ha participado con personal de altísima calificación− han demostrado que la coincidencia entre la huella que presenta el elector, al identificarse para votar, y la que está almacenada en la máquina de votación, es superior al 98 por ciento.
“Cada vez es mas dificil que una persona suplante a otra en el acto de votación. Debe suplantar una cedula de identidad y una huella, o tratar de votar sin ella”, dice el experto. Añade que la no lectura de huellas por parte de la máquina puede suceder con adultos mayores, personas cuya profesión les ha hecho perder las huellas -como pescadores, por ejemplo- o aquellas que carecen de miembros superiores. Esos casos generalmente se presentan una vez en una mesa, pero si ocurre una segunda vez existe un mecanismo mediante el cual el votante debe esperar que pase un número de personas con reconocimiento positivo antes que él para que se le conceda el voto. “La posibilidad real de que haya una componenda para que, por ejemplo, voten 300 mil personas de esa manera, es estadísticamente improbable que pueda ocurrir. Es más, me atrevo a decir que es casi imposible que haya usurpación masiva de votantes en Venezuela”.
Voto asistido vs voto supervisado
La legislación electoral prohíbe que una persona acompañe a otro individuo que tiene todas sus capacidades cognitivas y motoras para votar, incluso si el acompañante no tiene la intención de supervisar el voto, sino que simplemente quiere estar al lado de la persona cuando ejerza su derecho.
Eso es lo que diferencia al voto asistido del voto supervisado, una táctica que pueden asumir en la mesa de votación quienes quieren, de alguna manera, incidir en la decisión del votante, poniendo así en peligro el secreto del voto, por lo que se interpreta como coacción.
El voto asistido es un derecho del elector. Hay personas que por su condición (edad, discapacidad física) requieren de acompañamiento en el acto de votación. Esto lo dice la Ley, la cual regula cómo se debe hacer el acompañamiento y, entre otras consideraciones, establece que una persona que haya asistido a un votante no puede volver asistir a más ninguno.
Que haya hasta 2% de voto asistido es razonable, dice Rivas. Pero si se observa que en algunos centros o mesas ocurren porcentajes superiores de acompañamiento, uno se da cuenta que es un hecho recurrente y, por ende, que hay un patrón. Los miembros de mesa, los testigos y los observadores deben estar atentos a esta situación.
Participar y verificar
Como ningún proceso es infalible por si mismo, el técnico en procesos electorales recomienda no solo la concurrencia masiva en el ejercicio del voto, sino en la verificación ciudadana del proceso.
“La participación en los comicios va más allá del voto. El ciudadano debe saber dónde va a votar, también puede motivar a otros venezolanos a ejercer su derecho y, si fue designado como miembro de mesa, debe evitar excusas que le impidan cumplir con esa responsabilidad». Bajo esos argumentos, Rivas afirmó que sin participación no hay nada que defender”, por eso priorizó que el electorado asista a la jornada y participe activamente para proteger su derecho.
En la entrevista que le realizó El Pitazo, Rivas motivó a los electores a participar en la auditoría ciudadana luego de votar. Recordó que la ROAE ha verificado en otros procesos que la información emitida en las actas, y que se transmite al CNE, corresponde con los comprobantes de votación. La mejor forma de verificación que tiene el ciudadano es que colabore en el conteo de las papeletas, insistió.
En el caso de los testigos de mesa, de cualquier parcialidad política, explicó que una de las formas de proteger el voto es que se comparta el acta de votación. “Que todo el mundo sepa que en la mesa en la que usted participó todo estuvo de manera correcta”, agregó y resumió sus tres recomendaciones principales para el 28 de julio: participar, votar con confianza y verificar el proceso.
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